Aunque no lo creas, estos tenis Gucci Screener "sucios" y "desgastados" cuestan 15,000 pesos. Cuando eras niño, tener los tenis sucios era como una herida de guerra que te daba orgullo presumir, significaba que no le tenias miedo a nada y que te dejaban salir a jugar, correr en el pasto, saltar en los charcos y pasar la tarde entera en un partido de futbol callejero que solo terminaba cuando se hacía de noche y te llamaban para que regresaras a tu casa a cenar, pero, como tus papás sabían que en el momento en el que sacaras tus brillantes tenis nuevos de la caja y te los pusieras en los pies, las primeras manchas iban a aparecer y que en cuestión de días tu tenis iban a ser un registro de todas tus aventuras, se aseguraban de comprarte un par que no les doliera ver destruido.
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Al convertirte en adolescente, los tenis sucios eran la peor pesadilla de tu mamá y de tu abuela (si la tuya es como la mía, seguramente intentó sobornarte con tenis nuevos para que tiraras a la basura tus favoritos que ya tenían agujeros hasta en la suela), era una situación que ameritaba pleitos y regaños, y seguramente escuchabas alguna versión de la clásica frase “no te van a dar ni un peso en la calle”.
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Como adulto, tener los tenis sucios ya no es tan cool, tu tienes que comprar tus propios zapatos (elegirlos es un ritual complicado, en el que te pruebas miles de versiones, formas y colores hasta encontrar la que te representa) y ya no consigues unos que te gusten por el mismo precio que lo hacías cuando eras niño. En pleno 2019, el hype por los tenis está descontrolado y hay unos cuantos modelos exclusivos que son incluso más caros que un iPhone X, así que definitivamente te pones como loco cuando alguien te pisa o cuando en la superficie perfecta de tus tenis blancos aparece una mancha que no puedes explicar y que arruina el efecto que quieres lograr.
